- Un modelo predominantemente vertical, autoritario, en relación maestro-alumno, y linealmente secuencial en el aprendizaje.
- Para Barbero, hay que pensar la comunicación desde la cultura. Con la ayuda de Freire, aprendió a concebir la comunicación como un proceso social y como el campo de batalla cultural. Por eso podemos ver, en sus concepciones, que para hablar de medios primero es indispensable partir de los problemas de comunicación que se nos presentan hoy en día. Hablar de comunicación, para él, significa reconocer que estamos en una sociedad en la cual el conocimiento y la información han entrado a jugar un papel primordial, tanto en los procesos de desarrollo económico, como en los procesos de democratización política y social. La información y el conocimiento son hoy el eje central del desarrollo social. Entonces, deberíamos considerar esté planteo, como el punto de partida para pensar las relaciones de la educación y la comunicación.
Para enfrentar este desafío, nos comprometemos a ser concientes, de los dos tipos de dinámicas que mueven los cambios en la sociedad de que la hablamos.
En un primer momento, lo que parece estratégico, es la aparición de un ecosistema comunicativo, es decir, pensar la comunicación como un ecosistema; algo tan vital como el ecosistema verde, ambiental.
La primera manifestación y materialización de este ecosistema comunicativo, es la relación de las nuevas tecnologías con las sensibilidades nuevas, con los modos de habitar la experiencia humana, presente en la mayoría de los jóvenes actuales incomprendidos por el mundo adulto.
Una segunda dinámica, que forma parte de este nuevo ecosistema comunicativo en el que vivimos, y que es una dinámica de comunicación, es a la aparición de un entorno educacional difuso y descentrado. Este se caracteriza por ser un entorno de saberes múltiples, y descentrado en relación al sistema educativo que aún nos rige.
La escuela ha dejado de ser el único lugar de legitimación del saber, pues hay una multiplicidad de saberes que circulan por otros canales, difusos y descentralizados. Esta diversificación y difusión del saber, por fuera de la escuela, es uno de los retos más fuertes que el mundo de la comunicación le platea al sistema educativo.
Se trata de decir con esto, que hay una experiencia cultural nueva, unos nuevos modos de percibir y de sentir, de oír y de ver, una nueva sensibilidad, que en muchos casos choca y rompe con el mundo adulto, y por sobre todas las cosas, con el perfil pedagógicos presente en este sistema educativo. - Lo que esta acarreando esto en la escuela no es una apertura a esos nuevos saberes sino un fortalecimiento del autoritarismo, como reacción a la perdida de autoridad que sufre el maestro. En lugar de percibirlo como una llamada a replantear el modelo pedagógico, termina endureciendo la disciplina del colegio para controlar a estos muchachos cada día más frívolos e irrespetuosos con el sistema sagrado del saber escolar. Nuestras escuelas siguen viendo en los medios únicamente una posibilidad de “Ilustrar” lo que se dice, siendo incapaces de enfrentar los retos culturales que el ecosistema comunicativo plantea, no sola a ellas, sino al sistema educativo en conjunto.
La actitud defensiva de la escuela y del sistema educativo, los están llevando a desconocer o disfrazar que el problema de fondo está en el desafío que le plantea un ecosistema comunicativo en el que lo que emerge es otra cultura, otro modo de ver y de leer, de aprender y conocer. La actitud defensiva se limita a identificar lo mejor del modelo pedagógico tradicional con el libro, y anatematizar el mundo audiovisual, como el mundo de la frivolidad, de la alineación, de la manipulación, reprimiendo así la creatividad, y por supuesto legitimando el modelo imperante de la comunicación escolar. El maestro no sabe reaccionar sino des-autorizando los saberes que pasan por la imagen, y esto se debe a que los niños manejan mucho mejor el lenguaje de la imagen que el maestro, haciendo desestabilizar su imagen de “saber universal”.
La escuela desconoce todo lo que de cultura se produce y pasa por el mundo audiovisual y por el mundo de la cultura oral. Por eso, dice Barbero: “hagamos frente al malentendido”, reconocer que habitamos en una sociedad multicultural no solo significa aceptar la diferencias étnicas, raciales o de género; significa también aceptar que en nuestras sociedades conviven hoy “indígenas” de la cultura letrada con otros de la cultura oral y de la audiovisual. - Es sistema educativo, debería transformar el modelo (y su praxis) de comunicación, esto quiere decir, que haga posible el tránsito de un modelo centrado en la secuencia lineal, a otro descentrado y plural, cuya clave es el “encuentro” de palimsesto y el hipertexto. Se entiende por palimsesto ese texto en el que un pasado borrado emerge tenazmente, aunque borroso, en las entrelineas que escriben el presente; y por hipertexto una escritura no secuencial, sino montaje de conexiones en red que, al permitir/exigir una multiplicidad de recorridos, transforma la lectura en escritura. Mientras el tejido de palimsesto nos pone en contacto con la memoria, con la pluralidad de tiempos de carga, que acumula todo el texto, el hipertexto remite a la enciclopedia, a las posibilidades presentes de intertextualidad e intermedialidad. Pues solo asumiendo la tecnicidad mediática como dimensión de estrategia de la cultura es que la escuela puede hoy insertarse en los procesos de cambio que atraviesan nuestra sociedad, e interactuar con los campos de la experiencia en que se procesan esos cambios. Haciéndose cargo de esas transformaciones la escuela podrá interactuar con las nuevas formas de participación ciudadana que el nuevo entorno comunicacional le abre hoy a la educación.
Por ello es fundamental que los adultos se capaciten en esos nuevos lenguajes y saberes que circulan en la sociedad, y frente a los cuales se encuentran desprovistos de interpretación y lectura, el desconocimiento agrava la exclusión social, empezando por la laboral. Pues seria suicida para una sociedad alfabetizar sin tener en cuenta el nuevo país que productivamente esta apareciendo.
“Si la educación no se hace cargo de los cambios culturales que pasan hoy decisivamente por los procesos de comunicación e información no es posible formar ciudadanos, y sin ciudadanos no tendremos sociedad competitiva en la producción no sociedad democrática en lo político” - Revisión critica de los canales locales:
- Considero que el canal 7, o la televisión publica, ofrece mucha más diversidad educativa. Puedo ver una programación rica en contenidos culturales, y variada en cuanto a gustos y objetivos.
Desde las historias de las provincias argentinas, programa que conduce Badia, presentes en país 24, hasta Capussoto, para los amantes de la crítica con un toque de sarcasmo, su programación nos presenta variados lenguajes.
No perdamos de vista que la emisión esta controlada por nuestro gobierno, pero hay valorizar la exquisita programación. La cual muchas veces nos servimos en la escuela para presentar algún temas de interés.
El ministerio de educación, tanto como el de cultura se han ocupado de que el canal refleje las maravillas del país, cabe recordar que dejaron de lado la pobreza, pero ayuda a generar una visión mas positiva, frente a pesimismo que se vive. - Por sentado que en canal ocho, más que el diez, pero casi iguales, se pueden ver y leer los prejuicios existentes, su programación esta cargada de banalidades, que poco educan, pero que sirven para leer el mundo en el que vivimos de una manera mas critica.
- Por supuesto están incluidos todos aquellos creadores del discurso mediático, al mismo tiempo que los que lo ven e interpretan de manera autónoma y critica. Los excluidos son aquellos que no se familiarizar con esos modos de comunicación y que no pueden leer “ciudadanamente el mundo”, anclados en la inercia.
- Frente a una sociedad que se masifica estructuralmente, que tiende a homogenizar incluso cuando crea posibilidades de diferenciación, la posibilidad de ser ciudadanos es directamente proporcional al desarrollo de sujetos autónomos, es decir, de gente libre tanto interiormente, como en su toma de posición. Y libre significa, gente capaz de saber leer la publicidad y para qué sirve, y no dejarse masajear el cerebro, gente que sea capaz de tomar distancia del arte de la moda, de los libros de moda, gente que piense con su cabeza y no con las ideas que circulan a su alrededor.
Por ello si la escuela considera, y debe, incorporar los medios de comunicación tiene que ser anclado en estos valores. Que el ecosistema comunicativo, se interpele con la praxis y el modelo, los atraviese, cree una red de significaciones que apunte a la creación de un ser con mentalidad critica, cuestionadota, desajustadota de la inercia en la que la gente vive, desajustadota del acomodamiento en la riqueza y de la resignación en la pobreza. Todo esto sin perder de vista que el lenguaje audiovisual existe, y forma parte de las realidades sociales de hoy en día.
Bibliografía
Jesús Martín-Barbero, “Retos culturales: de la comunicación a la educación”, en Aportes.
Jesús Matín-Barbero, “Afabetizar en comunicación”, en La educación desde la comunicación.
martes, 15 de septiembre de 2009
Trabajo Practico Nº 3: Analisis sobre los textos de Barbero
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